Hay una palabra que ignoro y me nombra, amordazada por siglos de conciencia: la expresión plural de mi singularidad. Hay una palabra violenta en mi sangre, rugiendo en silencios, y no la sé nombrar. Mariana Finochietto.
martes, 8 de julio de 2014
Como llueven otras lluvias,
con la misma terca quietud
de los domingos,
llueve
y el día se aletarga,
como si las horas se cansaran
de mirar llover
y se durmieran.
Enredada en ovillo
al calor del fuego,
escucho a mi hija cantar
alumbrando el aire.
El gris
es apenas
una fotografía en la ventana.
MARIANA FINOCHIETTO.
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