Calla su voz el mar, y es el instante
del ocaso desnudo de memoria...
sobre la piel del mundo, perentoria,
ruge la fiera herida y anhelante.
Puedo olerte rondar, alucinante,
cómo un frágil espectro de la euforia.
Yo no quiero los restos de la gloria
ni la huella de sal del beso errante.
Yo me niego a tus límites alados,
a los frutos de mayo demorados
en los ojos absortos de los dioses.
Yo me niego a tu sombra fugitiva,
a tu sangre, tu piel; a lo que viva
detrás del murmurar de los adioses.
MARIANA FINOCHIETTO.
Hay una palabra que ignoro y me nombra, amordazada por siglos de conciencia: la expresión plural de mi singularidad. Hay una palabra violenta en mi sangre, rugiendo en silencios, y no la sé nombrar. Mariana Finochietto.
martes, 26 de abril de 2011
domingo, 24 de abril de 2011
NO TRAICIONES AL MAR.
No retornes al sueño de las olas
con tus ojos de abril atardecido,
profanando a los dioses del olvido
con el viejo rumor de caracolas.
Pues hoy calla mi voz. Estoy a solas
frente al mar implacable del latido...
ignoras, hombre triste, que he perdido
la región del recuerdo que desolas.
Hombre que supe amar, altar de fuego
donde inmolé mi sed y mi sosiego,
soberana de sombras presentidas.
No traiciones al mar. Soy la memoria.
Y tú...aquel vago rastro de la euforia
que las lunas absuelven de las vidas.
MARIANA FINOCHIETTO.
Amnesia, de Omar Ortiz.
con tus ojos de abril atardecido,
profanando a los dioses del olvido
con el viejo rumor de caracolas.
Pues hoy calla mi voz. Estoy a solas
frente al mar implacable del latido...
ignoras, hombre triste, que he perdido
la región del recuerdo que desolas.
Hombre que supe amar, altar de fuego
donde inmolé mi sed y mi sosiego,
soberana de sombras presentidas.
No traiciones al mar. Soy la memoria.
Y tú...aquel vago rastro de la euforia
que las lunas absuelven de las vidas.
MARIANA FINOCHIETTO.
Amnesia, de Omar Ortiz.
jueves, 21 de abril de 2011
SINO
No menciones la noche de la urgencia
cuando estalle tu voz como un gemido,
ni ruegues a los dioses por olvido
cuando pises la calle de la ausencia.
Solitario es tu sino, triste ciencia
del corazón sin fe que has contenido...
¿Qué verso encontrarás, o qué alarido
para exiliar al llanto de tu esencia?
Que no signe el amor tu andar, poeta,
pues no te pertenece la secreta
vorágine de luz de sus rituales...
Tu destino es andar, buscando el alba,
asediar la palabra que te salva
del silencio estallando en los cristales.
MARIANA FINOCHIETTO.
cuando estalle tu voz como un gemido,
ni ruegues a los dioses por olvido
cuando pises la calle de la ausencia.
Solitario es tu sino, triste ciencia
del corazón sin fe que has contenido...
¿Qué verso encontrarás, o qué alarido
para exiliar al llanto de tu esencia?
Que no signe el amor tu andar, poeta,
pues no te pertenece la secreta
vorágine de luz de sus rituales...
Tu destino es andar, buscando el alba,
asediar la palabra que te salva
del silencio estallando en los cristales.
MARIANA FINOCHIETTO.
lunes, 18 de abril de 2011
MI VOZ
Bajo el frágil augurio de una estrella
otros rostros despiertan al destino,
como aquellos profetas del camino
que por hambre de fe venden su huella.
Pobres necios de vida condenada
al espejo preciso de su muerte.
Mercaderes del alma y de la suerte...
¿ cuánto vale mi piel, si es perdonada...?
Escuchadme, hacedores de memoria,
pues mi voz es un vértigo de gloria
que se sabe mortal, por eso clama.
Nadie calle a la loba de mis venas
si en las noches sin dios se sueña, apenas,
infinita y mujer para quien ama.
MARIANA FINOCHIETTO.
Imagen de Andrei Belichenko
otros rostros despiertan al destino,
como aquellos profetas del camino
que por hambre de fe venden su huella.
Pobres necios de vida condenada
al espejo preciso de su muerte.
Mercaderes del alma y de la suerte...
¿ cuánto vale mi piel, si es perdonada...?
Escuchadme, hacedores de memoria,
pues mi voz es un vértigo de gloria
que se sabe mortal, por eso clama.
Nadie calle a la loba de mis venas
si en las noches sin dios se sueña, apenas,
infinita y mujer para quien ama.
MARIANA FINOCHIETTO.
Imagen de Andrei Belichenko
miércoles, 13 de abril de 2011
REDES
Este sueño magnífico y perverso
de perpetuarme ausente del olvido,
como el rastro de sal que soy y he sido,
vagabundo cristal de un universo...
Y resignarme al palpitar disperso
del vano corazón ensordecido:
voces del viejo amor, que en un gemido
naufragan la nostalgia en algún verso,
Saberme sólo sed que la piel crea
y conceder, entonces, a la Idea
la sucesión de imágenes perdidas...
Redes de perdición de la memoria
trayéndome los frutos y la escoria
de la secreta rosa de mis vidas.
MARIANA FINOCHIETTO.
de perpetuarme ausente del olvido,
como el rastro de sal que soy y he sido,
vagabundo cristal de un universo...
Y resignarme al palpitar disperso
del vano corazón ensordecido:
voces del viejo amor, que en un gemido
naufragan la nostalgia en algún verso,
Saberme sólo sed que la piel crea
y conceder, entonces, a la Idea
la sucesión de imágenes perdidas...
Redes de perdición de la memoria
trayéndome los frutos y la escoria
de la secreta rosa de mis vidas.
MARIANA FINOCHIETTO.
lunes, 11 de abril de 2011
BUSCO LA ROSA OSCURA
Busco la rosa oscura, la secreta
vorágine que rige el infinito;
busco la voz de dios y busco el grito
que calla en la garganta del poeta.
...Con mis manos de amar abro una grieta
en el espejo gris de lo fortuito,
crucifico mi azar en lo inaudito:
no ha de ser mi destino el de profeta....
Busco el breve misterio del instante,
la ciencia que se oculta, vacilante,
en los silentes mares de la suerte.
Mi sangre es un torrente de emociones
que persigue el gran cauce de pasiones
donde toda la vida encuentra muerte.
MARIANA FINOCHIETTO.
vorágine que rige el infinito;
busco la voz de dios y busco el grito
que calla en la garganta del poeta.
...Con mis manos de amar abro una grieta
en el espejo gris de lo fortuito,
crucifico mi azar en lo inaudito:
no ha de ser mi destino el de profeta....
Busco el breve misterio del instante,
la ciencia que se oculta, vacilante,
en los silentes mares de la suerte.
Mi sangre es un torrente de emociones
que persigue el gran cauce de pasiones
donde toda la vida encuentra muerte.
MARIANA FINOCHIETTO.
viernes, 8 de abril de 2011
CENIZA DE TU NADA
No traiciones, Amor, mi oscuro sino
con tu ciega vorágine de urgencia,
porque mía es la rosa de la ausencia
y el conjuro fatal del peregrino.
Son tuyas las costumbres que abomino,
la desmedida sed y la demencia...
yo dudo de tus cielos y tu ciencia,
patético señor del desatino.
¿ Qué buscas en mi ser? Soy leño seco,
caracola de mar sin otro eco
que aquella voz antigua y desvastada.
No me logres, Amor. No me condenes
al temerario vértigo en las sienes
y a la brusca ceniza de tu nada.
MARIANA FINOCHIETTO.
con tu ciega vorágine de urgencia,
porque mía es la rosa de la ausencia
y el conjuro fatal del peregrino.
Son tuyas las costumbres que abomino,
la desmedida sed y la demencia...
yo dudo de tus cielos y tu ciencia,
patético señor del desatino.
¿ Qué buscas en mi ser? Soy leño seco,
caracola de mar sin otro eco
que aquella voz antigua y desvastada.
No me logres, Amor. No me condenes
al temerario vértigo en las sienes
y a la brusca ceniza de tu nada.
MARIANA FINOCHIETTO.
miércoles, 6 de abril de 2011
Nada...
Nada supe brindarle a las estrellas,
nada más que mis máscaras de barro,
un gemido de amor y de desgarro
que se pierde en el mar sin dejar huellas.
Nada soy, más que un trozo de universo,
un instante en los siglos de los hombres,
una rosa final, uno y mil nombres
que mendigan las sílabas de un verso.
Es mi frágil destino, y sin embargo,
mis labios han mordido el fruto amargo
de saberme mujer en tu reflejo...
De mi cuerpo de luz brota la Idea:
ser, en la breve noche quien posea
los rostros del amor sobre tu espejo.
MARIANA FINOCHIETTO.
nada más que mis máscaras de barro,
un gemido de amor y de desgarro
que se pierde en el mar sin dejar huellas.
Nada soy, más que un trozo de universo,
un instante en los siglos de los hombres,
una rosa final, uno y mil nombres
que mendigan las sílabas de un verso.
Es mi frágil destino, y sin embargo,
mis labios han mordido el fruto amargo
de saberme mujer en tu reflejo...
De mi cuerpo de luz brota la Idea:
ser, en la breve noche quien posea
los rostros del amor sobre tu espejo.
MARIANA FINOCHIETTO.
martes, 5 de abril de 2011
Mujer adentro
Donde duerme mi fe, región de fieras,
en la cima selvática y sagrada
donde toda la sed es marejada
y las dudas del ser se vuelven meras;
donde cabalgo, agreste, las quimeras,
volcánica amazona enamorada;
donde sabe tu luna demorada
mi costumbre tenaz en las esperas...
Allí, donde me sabes templo ardido,
esclava de tu amor y de tu olvido,
allí, donde te nombro sin urgencia:
rosa de toda luz, tierra tan mía,
horizonte de piel que funda el día
sobre la eterna noche de la ausencia.
MARIANA FINOCHIETTO.
en la cima selvática y sagrada
donde toda la sed es marejada
y las dudas del ser se vuelven meras;
donde cabalgo, agreste, las quimeras,
volcánica amazona enamorada;
donde sabe tu luna demorada
mi costumbre tenaz en las esperas...
Allí, donde me sabes templo ardido,
esclava de tu amor y de tu olvido,
allí, donde te nombro sin urgencia:
rosa de toda luz, tierra tan mía,
horizonte de piel que funda el día
sobre la eterna noche de la ausencia.
MARIANA FINOCHIETTO.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)