domingo, 3 de agosto de 2014



No era mi destino
nombrar
con la cadencia 
de las mujeres
de mi sangre.

No estaba en mis estrellas
enlazarme
a mi estricto linaje
de silencios.

O no quiero.
O no puedo.

Por azar
o rebeldía
ésta es mi vida.

¿Cómo se puede callar
la voz
que roe las entrañas
buscando luz?

MARIANA FINOCHIETTO.


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