lunes, 18 de abril de 2011

MI VOZ

Bajo el frágil augurio de una estrella
otros rostros despiertan al destino,
como aquellos profetas del camino
que por hambre de fe venden su huella.

Pobres necios de vida condenada
al espejo preciso de su muerte.
Mercaderes del alma y de la suerte...
¿ cuánto vale mi piel, si es perdonada...?

Escuchadme, hacedores de memoria,
pues mi voz es un vértigo de gloria
que se sabe mortal, por eso clama.

Nadie calle a la loba de mis venas
si en las noches sin dios se sueña, apenas,
infinita y mujer para quien ama.

MARIANA FINOCHIETTO.

Imagen de Andrei Belichenko

1 comentario:

  1. "Nadie calle a la loba de mis venas" sencillamente genial!! sigo recorriendo tu página, que se la ve muy bella!!
    Beso grande.
    Daniel.F

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