jueves, 18 de mayo de 2017

Ya no quiero estar triste.
Ya me niego
a esta certidumbre de pantano
siempre en los ojos siempre
este cenagal en la mirada
que no es llanto. No.
Es barro
que se mete en las pestañas
y se hunde sin remedio,
hasta el mismo lugar del corazón.
Yo no quiero estar triste.

Quiero sentarme al lado de mi verso.
Abrir la mano.
Liberar pájaros.

MARIANA FINOCHIETTO.

2 comentarios:

  1. Brillante ¡¡¡ de lo mejor que surgió en los últimos 30 años

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  2. Qué valiosa escritura, versos que calan en aquello que, de tan cotidiano, se hace invisible pero que no lo es, porque se siente, momento a momento. Te descubrí hoy y ya te sigo en tu blog, Instagram y Facebook, no me perdería ni una de tus sensibles preciosas y valiosas poesías. Paty

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